El Oscar en familia - Berenjena Company

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7 mar 2023

El Oscar en familia



Éste es uno de esos años en los que no has comprendido muy bien las nominaciones porque incluir entre las candidatas y una de las favoritas a una película como Todo a la vez en todas partes es una señal de que al cine le queda muy poco tiempo de vida. Por eso, es bastante posible de que nada de lo que yo pueda decir aquí se haga realidad. Entre otras cosas porque uno se niega a creer que algo tan maravilloso pueda desaparecer, así que no me queda más remedio que intentar una entrega de premio en el salón de mi propia casa y grabarla con mi video casero. Sólo así podrán salir los que verdaderamente lo merecen.


Y es que no merece la pena ni siquiera hacer la distinción sobre lo que va a salir según los gustos habituales de los académicos y lo que uno mismo prefiere porque no coincide en prácticamente ninguna categoría. Señal inequívoca de que quien les escribe es un lerdo con gafas y que el mundo se ha vuelto tan sabio que apenas llega para el entendimiento.


Así, tenemos en la categoría de mejor actor a Brendan Fraser por La ballena. Dejando aparte de que Darren Aronofsky es uno de los directores más sobrevalorados del panorama actual y de que la película es justita, la interpretación de Fraser es mayúscula. El mayor competidor va a ser Austin Butler por su encarnación del ídolo del rock en Elvis, pero es que ni siquiera debería ir en segundo lugar porque Colin Farrell da un par de lecciones en Almas en pena de Inisherin, pero qué sabré yo.


Para la mejor actriz, para mí está muy claro el tercer Oscar para Cate Blanchett, que da un recital en una película que sí merece estar ahí, a pesar de su excesiva duración, como es Tár. Los sabios de medio mundo otorgan el premio a Michelle Yeoh, una mujer que siempre me ha caído muy bien, pero que está en una de las peores películas del año, un sin sentido que sólo los marginados consiguen entender.


En la división de mejor actriz en un papel secundario, parece bastante favorita Jamie Lee Curtis por el engendro de Todo a la vez en todas partes, teniendo en cuenta su veteranía, que es hija de Tony Curtis (al que se le debieron en su día, un par de nominaciones como, por ejemplo, aquella interpretación insuperable que hizo en El estrangulador de Boston) y de Janet Leigh, mito del cine y de la imaginación de muchos. La verdad es que aquí no está nada claro y es posible que a Jamie Lee le perjudique el voto dividido al estar también nominada Estefanía Hsu por esa misma película, si es que se le puede llamar así. ¿Quién lo merecería? Desde luego, Kerry Condon en Almas en pena de Inisherin.


Para el mejor actor secundario, las apuestas se inclinan por Ke Huy Quan por la cosa esa tan graciosa que tiene tanto sentido como la luna de miel de un saltamontes, a mí me encantaría que lo ganase Brendan Gleeson por Almas en pena de Inisherin, pero quien está ganando últimamente muchos enteros en Barry Keoghan por esa misma película, en el papel del vecino que ruega por amistad y por amor de la forma más torpe posible. Sería justo.


Para la dirección, sería un atraco a mano armada que no se lo dieran a Steven Spielberg por Los Fabelman. ¿Causas? Porque rueda como los mismísimos ángeles, porque sabe lo que cuenta y cómo contarlo. ¿Que no es tan espectacular como otras obras suyas? ¿Y qué? ¿John Ford hizo una superproducción para contar lo que quería contar en El hombre tranquilo o en ¡Qué verde era mi valle!? Todo lo que no sea eso, es una invitación para dejar de creer en la calidad.


En esa categoría nombrada de forma tan políticamente correcta como mejor película internacional (no sea que “extranjera” haga que se ofendan los de fuera), no cabe duda de que The quiet girl es un prodigio de sensibilidad y de que Sin novedad en el frente entra dentro del gusto académica como una superproducción europea basada en un libro ampliamente adaptado por el cine y que, además, se beneficia de la situación con la guerra de Ucrania, pero la que merece llevarse el gato al agua es Argentina 1985 por lo que cuenta, cómo lo cuenta y porque no deberíamos olvidar lo que pasó durante la dictadura de la Junta Militar en ese país.


Para el guion adaptado, ahí es donde deberían premiar a Sin novedad en el frente y así se van contentos los alemanes. Para el guion original está mucho más abierto y me temo que se lo va a llevar la supuesta originalidad que les hace tanta gracia de Todo a la vez en todas partes cuando Steven Spielberg y Tony Kushner son los que hacen el guion modélico para Los Fabelman.


Por último, creo que ha quedado bastante claro que la mejor película es y debe ser Los Fabelman. No, no es la mejor película de Steven Spielberg. Es que lo que se está dirimiendo es la mejor película del año entre diez precandidatas. Y es la mejor. Y ya puede venir el mismísimo François Truffaut a decir que es Todo a la vez en todas partes cuando es una película que, si viviéramos en un mundo menos desquiciado y más racional, estaría entre las favoritas para ganar un Razzie. Pero esto son sólo las opiniones de un pobre loco, que sólo ha visto dos o tres películas y que, desgraciadamente, cada vez se rebela más contra el gusto de la mayoría. Mira, con eso, hasta yo podría hacer una película y presentarla a los Oscars. Le pongo un donuts como receptor de mis frustraciones y seguro que dicen que es una genialidad… 


César Bardés

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