Acostumbradas a perder - Berenjena Company

Banner (no visible)

27 feb 2022

Acostumbradas a perder



Mariquita somos todas. Todas bebemos de la amarga hiel de la necesidad porque este perro mundo trata a las buenas personas con desprecio. Todas somos Mariquita porque en algún momento hemos querido tirar por la calle de en medio cuando ya no podíamos más, cuando era mejor dejarnos ir que dejarnos estar. Somos todas Mariquita, acostumbradas a perder y con el cuerpo forrado de las magulladuras que nos proporciona la vida a pesar de la coraza dura que los vaivenes de los años nos han forjado. 


Mariquita Vargas se echa a la calle para buscar una salida pero no encuentra respuestas. Tiene mala suerte y la desgracia le da una segunda oportunidad. Tendrá que volver a vivir para encontrar respuesta a su mala suerte. En el camino, encontrará a seres queridos con las que tendrá que ajustar cuentas. Ella somos todas en nuestra indefensión, en nuestra soledad, en nuestra debilidad, en nuestra inmensa pena. La injusticia se ceba en una vida marcada desde la infancia por la mala suerte. Nada es como debía ser. Mariquita lo sabe y de ahí su desesperación. No hay consuelo, solo lágrimas, solo quejas. El mundo sigue adelante pero ella pierde la vez...



El gran logro de Mariquita aparece ahogada en una cesta, texto original del portuense Juan García Larrondo y por ende, de este nuevo montaje de Albanta Teatro (que no nos visitaba en Chiclana desde que estrenaron Bendita Gloria) es la pasmosa facilidad con la que consigue aflorar la comedia de una situación difícil y comprometida en la vida de una persona. Un texto que cumple ya la treintena pero actualizado por Larrondo con gran precisión en el dibujo de unos personajes únicos, que saben manejarse con sus sufrimientos y que ofrecen una versátil muestra de caracterización. Una estupenda obra que no pierde vigencia con el paso de los años y que se amolda a nuestro presente, su futuro hace 30 años cuando fue parida por la mente del autor portuense. 



Esos personajes navegan sin ahogo alguno por una propuesta escénica, la de Pepe Bablé para Albanta, y con una prestancia y una solidez fuera de toda duda. Es difícil hacer reír con el drama cotidiano y la compañía gaditana lo consigue con un trabajo encomiable sobre las tablas. Una dirección atinada y bien medida que da un grandísimo impulso a la acción desde un primer momento. El público está en el bolsillo desde el minuto uno y participa de las desventuras de Mariquita Vargas y de esos personajes tan bien caracterizados que aparecen sobre el escenario. El gaditanismo del texto original que Bablé traslada con precisión al montaje no cae en tópicos porque los actores han trabajado con denuedo su traslación a la escena. La viveza de la acción no decae en ningún momento, a pesar de que la representación se alarga casi hasta las dos horas y no hay aburrimiento y sí dinamismo, gracias al exquisito sentido del humor del que hace gala esta propuesta que ayuda a que el público no decaiga en su empeño de saber cómo acabarán las aventuras y desventuras de nuestra heroína. Un humor analgésico para el público y para los personajes, cada uno con sus cuitas pero también con sus esperanzas. Esta obra es de las que en estos momentos tan raros que nos ha tocado vivir, en la que vamos a momento histórico por año (pandemias, crisis, guerras...), nos recluye en un rincón donde gobierna la tiranía de la sonrisa, donde la esperanza se impone con manu militari, donde reina una nueva oportunidad para ser mejores. Es ahí donde debemos encontrar nuestro refugio y desde donde debemos dar gracias a Dios... perdón, la Virgen... uy no... Gracias a Juan, a Pepe, a los técnicos y a ese grupo de actrices y actores, tocados con la varita de la gracia infinita.


Actrices y actores que hacen cercanos y amados a unos personajes que precisamente no son un dechado de virtudes. Ni siquiera esa inmaculada Virgen que guía a la pobre Mariquita por sus desvelos y sus lágrimas. Susana Rosado, Charo Sabio, Carmen Reiné, Xiomara Sáez, José Luís Gámez, Jay García, Sergio Torrecilla y Carolina Bablé sacan oro de unos personajes vivos, veraces, acostumbrados a perder demasiado en esta vida que no te regala nada y que al menor descuido, te roba la ilusión por seguir en ella. Pero no, el humanismo de esos personajes es más fuerte que todas las desgracias del mundo, que por mi y por todos, ya se pueden quedar hundidas en el fondo de la mar enmarañadas en una cesta. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

DEJA TU COMENTARIO - Lo estamos esperando...

Post Bottom Ad