Spam! (Merlí)

Que las series juveniles (institutos, romances, profesores con carisma, sus tramas más o menos interesantes, poca gente estudiando) son un seguro de vida, es cosa sabida. Ejemplos varios tenemos en las últimas dos décadas. Pero aquí nos encontramos con Merlí Bergeron, profe de filosofía con ganas de hacer de los alumnos algo más que meros copiadores de apuntes y odiadores de Platón. Ya, ya sé que en el actual sistema educativo, el método Merlí como que no se aplica mucho (¿o sí?) pero ver una serie como esta, es pura gozada por la vuelta de tuerca a un planteamiento ya conocido, por interconectar las ideas filosóficas en las tramas habituales y por dotar de un sentido dramático a una materia desprestigiada por políticos nefastos que han metido la mano en la educación.

Merlí es otro granito de arena en la ficción de calidad en español. No es una obra maestra, pero tampoco queremos que lo sea. Es una serie bien escrita, de planteamiento lineal pero que está soportada sobre grandes interpretaciones. Personajes bien caracterizados, con suficiente espíritu para poder identificarnos con sus miserias, sus problemas, sus éxitos, sus amores... Una serie que no cansa y que te pide más. Y buscarles tres pies al gato es ser demasiado retorcido. Merlí es ante todo, un magnífico producto televisivo que merece ser visionado. A lo mejor, hasta aprendemos a amar la filosofía.

P.S.: Haceros un favor, y vedla en catalán.