Mando Diao (Foto: @zuhmalheur). |
Una de las canciones más contagiosas, divertidas y enérgicas del Nobel Dylan es Shelter from the storm. Ese refugio contra la tormenta, siempre simbólico, que nos espantaba fantasmas y pesares con el más puro y genuino sonido de la fase más pura y genuina que nunca ha tenido el genio de Duluth. Algo más física, más presencial fue la tormenta que sobrevoló el recinto del CAAC de Sevilla durante la celebración de la primera edición del Interestelar, festival que pisaba fuerte en sus primeros pasos y que se ha quedado como un coitus interruptus debido a las inclemencias meteorológicas. Que la de Sevilla es pura maravilla, ya lo sabemos, pero es que la lluvia, sea hispalense o no, hace mucho la puñeta cuando se trata de disfrutar de unos conciertos de calidad. Lástima de esa segunda jornada que presagiaba grandes momentos con nombres muy esperados como los de Second, León Benavente, 091 o Love of Lesbian, pero esa tormenta que encapotó las ilusiones de organizadores y asistentes, seguro que se redime en ganas multiplicadas en la próxima edición.
Iván Ferreiro (Foto: Nerea Coll). |
Pero ante la tormenta tuvimos el refugio de la música en la primera jornada. Buen y prolijo cartel el que montaron las gentes del Interestelar. Una propuesta muy definida dentro del pop-rock patrio, con pinceladas más movidas, que deparó momentos ciertamente interesantes como la actuación de Mucho, grupo toledano que sorprendió por un directo brutal, dinámico y ciertamente divertido. Saben ganarse al público con un sonido que aunque nos parezca familiar, llega a convencernos de que estamos ante una propuesta novedosa. Hay que seguirlos...
Anni B. Sweet se desvistió de cantautora paradigma de lo acústico y subió el volumen y la distorsión de sus guitarras para trasladarnos el sonido más crudo de su carrera. Es ciertamente interesante que en el escenario, un artista se transforme porque da muestras de la versatilidad que se le presupone a un músico. Ana López lo consiguió y calentó el ambiente para la llegada de Iván Ferreiro que venía presentando su Casa, el último álbum del vigués que sigue dando señales de fortaleza con un nuevo trabajo típicamente ferreiriano, pero a su vez con una parte musical poderosa, habida cuenta del fantástico trabajo de grabación y producción que tiene atrás (gracias en parte a la inmensa labor de Ricky Falkner, también bajista de la banda de acompañamiento del gallego). Bajo la lluvia, Iván dejó claro que hoy por hoy es uno de los músicos más versátiles y honestos de la escena musical española, capaz de hacer vibrar al público de principio a fin del show.
Y especialistas en shows son los suecos Mando Diao. No les perdono (en broma, eh) que no tocaran Love last forever, uno de sus mejores temas, pero todo se les perdona por saber dónde y cómo conectar con el público con absolutos hits como Dance with somebody o Gloria. Impresionante fue también comprobar cómo remontaron el ritmo de un concierto que comenzó mal y que podría haber terminado en pesadilla por repetidos problemas técnicos y de sonido, pero sacaron la garra y ante la deficiencia técnica, demostraron agallas "análogas" de músicos. Grato recuerdo que nos llevamos.
Buen ramillete de artistas, magnífica localización y buena organización que para ser la primera vez, se le puede perdonar ciertas deficiencias sin importancia. Desde ya, Sevilla tiene un color interestelar.
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