El azul de los ojos de Paul Newman - Berenjena Company

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24 nov 2025

El azul de los ojos de Paul Newman


Los sueños a veces dependen de las decisiones que uno toma... Pero también puede depender de las decisiones que otras personas toman por ti. En esta vida, todas y todos estamos a expensas de que circunstancias externas que escapan a tu control, puedan definir lo que vas a ser. Frente al "yo quiero ser" está el "tú vas a ser" y casi siempre, esa segunda opción es peor que la primera.


Una mujer sueña despierta. Se acuerda de lo que pudo ser y no fue. Del quiero sin haber podido. De ese destino que un día decidió que el camino soñado no iba a ser el camino elegido. La vida, sin llegar a ser puñetera, te lleva por los derroteros que ella quiere y ahí entra el conformismo que vence al sueño y a la rebeldía.


Esa mujer se despierta y lamenta lo acomodaticia que ha sido su vida. La rabia supura y la herida no cura. Ni siquiera la mirada de un Paul Newman al que creías guía de tus deseos, es suficiente para darte cuenta que la vida vivida no es la soñada. Y no es que esa vida haya sido mala, qué va, pero siempre te quedará el interrogante de ¿y si...?


Pero no vivimos de condicionales sino de afirmaciones. Y enseñar ha sido toda una tarea hercúlea a la que has dedicado los mejores años. Salías cada día a un escenario distinto, con un público complicado, crítico y a veces despiadado. Pero te faltaban los aplausos al caer el telón de cada final de clase. No hay recompensa, como mucho, alguna sonrisa de cierto tipo de alumnado que valoras lo que has hecho. Paul Newman torcería el gesto ante este tú que has dejado sin soñar.


Y aquí estamos, ante un montaje que nos deja con poso amargo porque nos alerta del peligro de desaprovechar las oportunidades. El poso realista de El cuento de los días pasados presenta un interesante subtexto poético a cargo del genio de Jesús Romero que veinte años después sigue sonando actual porque está muy pegado a los anhelos y preocupaciones humanas. Sí, es un texto amargo, pero vitalista porque reconoce que ante dos opciones, una no tiene por qué ser mala... simplemente es menos buena. A su vez, es una obra tremendamente necesaria porque reivindica los sueños como elemento de construcción humana.


Este nuevo montaje de El cuento de los días pasados en manos de Gari León y protagonizado por Lola Gómez rezuma nostalgia. La sencillez encumbrada como elemento magistral del lenguaje teatral donde el peso recae en la estupenda interpretación de Lola Gómez que evoluciona con su personaje, que lo hace suyo desde el minuto uno y con la que anhelamos y deseamos, con la que miramos a Paul buscando una respuesta que sus ojos azules no nos aciertan a dar.


La puesta en escena de Gari León es efectiva y su dirección ha encontrado el tempo adecuado para un monólogo intenso que reivindica el oficio de soñar. Es un montaje precioso por cuanto el director sabe a quien otorgar la palabra. Y ahí está lo mejor que puede hacer el teatro: dejar que el personaje te hable, se exprese, viva como sueña... En definitiva, comunicar para que soñemos. Seguro que Paul Newman asentiría y nos ofrecería otra de esas magnéticas miradas que nos enamoraban.


Fotos: Manuel Rodríguez

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