¿Cómo llamar a los hombres?

Un hombre es un hombre... Vaya mierda de descripción, pero solo he querido hacer la broma tonta de tomar prestado el título de la película de Godard y darle la vuelta. Un hombre es un hombre, tan simple y tan complejo como eso. Porque los hombres somos así. Quizás quienes mejor nos comprendan sean las mujeres, aunque a veces los hombres somos tan reservados que no nos entiende ni la madre que nos parió. 

Tratados para desentrañar la psique humana los ha habido muchos y muy variados. Por resumir... déjenme que piense... ¡ah ya! Solo hay que revisitar toda la Historia y la Filosofía universal para encontrarnos un discreto repaso a lo que es y qué ha hecho el ser humano masculino en el transcurso del tiempo. Como ven, poca cosa. A las mujeres se tuvieron que conformar con un rinconcito desde el que alzar su voz... pero ellas no quieren un rinconcito...

...Quieren cuatro desde dominarlo todo, desde donde hablar cara a cara, espalda a cara o de lado con el hombre. Para trazar una relación de igualdad. Sí, aquí tenemos que hablar de discriminación positiva porque la mujer en la Historia ha sido el corredor que sale con cinco segundos de atraso con respecto al hombre en una carrera de 100 metros lisos. Cuatro esquinitas desde donde buscar cómo llamar al hombre, como describirlo para así complementarlo. Como ven, nada malo, sino todo lo contrario.

Sergi Belbel y T de Teatro estrenaron en 1994 la obra Hombres, una compilación de historias con marcado acento femenino pero... escritas por hombres. Una especie de catarsis, de sesión en el diván de un psicólogo mientras las mujeres alumbran razones para estar o dejar a un hombre, para quererlo o detestarlo, para comprenderlo o compadecerlo. Son cinco mujeres las que se convierten en portavoz de una mayoría. Una obra que ahora recoge Teatro Desconfinado para con un respeto escrupuloso por un material de partida fantástico, darle una nueva dimensión a un tema esencial de nuestros días.

Gran parte de la eficacia de la propuesta ofrecida por Teatro Desconfinado estrenada en el Teatro Moderno de Chiclana hace unas semanas, reside en una puesta en escena limpia, directa y efectiva. Su director, Gari León buscó el triunfo de la simplicidad con un mensaje lanzado por las cinco actrices que ya es de por sí suficientemente importante y potente como para añadirle alharacas técnicas. Aunque ello no impide que hubiera soluciones técnicas imaginativas y que imprimieron de mayor profundidad narrativa a la función, que las hubo.

Hombres es una obra de mujeres. No es un oxímoron puesto que son cinco grandes actrices las que conducen una función dinámica, con gran ritmo, que no cansa y que actúa como catalizadora de los sueños, las frustraciones y las demandas de las mujeres. Gran trabajo actoral el de Toñi Barrera, Mercedes Romero, Meme García, Ana María Pérez y Almudena González que mostraron una versatilidad estupenda en cada cambio de "tipo" según avanzaba la función. Desde fuera se las vio cómodas, exigentes consigo mismas y disfrutando cada párrafo de sus personajes.

Y es que pocas veces tenemos ante nosotros un texto de tanta actualidad y tratado con tanta frescura por una compañía que ha empezado una incipiente pero interesantísima carrera, basada en una sabia elección de proyectos. Aquí estaremos para contarlo.