A veces... el circo

A veces... el circo...

A veces, la música, la poesía, el tango, el baile, las miradas, los piropos, la insinuación, la comedia de la vida y la tragedia tras la máscara. A veces, la vida asoma sobre un circo de personajes anónimos pero conocidos, de almas en pena portadoras de la alegría ajena, de una carpa de bichos raros tan queridos como incomprendidos.

La poesía de la milonga rioplatense y la narrativa del tango triste del arrabal sirve de hilo conductor de las vidas que pululan por este Dessastrosus Circus; hambrientos de sueños, anhelando seguir con la función, pero con la incertidumbre de si sus vidas errantes sirven para algo. La respuesta no se la lleva el viento, sino que en forma de etéreo humo aparece para hablarnos de la importancia de la palabra dicha, de la música bien tocada e interpretada, de la poesía recitada como los payasos mandan. Del desastre circense se eleva la seguridad de que las risas triunfarán. Nos queda eso en tiempos llenos de pesimismo. La risa siempre permanece.

Nuevo ejercicio teatral conjugado con los sones del Río de La Plata en la despedida del curso de la Escuela Municipal de Teatro de Chiclana dirigida por Gari León. No busquen en Dessastrosus Circus una obra de teatro al uso porque no lo es: es ejercicio de clase porque el teatro nunca termina de aprenderse y por ello, qué mejor forma que invitar al público a comprobar cómo se siguen trabajando las esencias de las tablas con un formato complicado de llevar a cabo sin que decaiga el ritmo de la acción y sin que resulte vulgar o reiterativo. También complicado es dar protagonismo a casi una veintena de actrices y actores sobre el escenario sin que el resultado final resulte aburrido. Los mimbres que maneja Gari León son asombrosos, como si los alumnos y alumnas hubiesen retado a la pandemia: "¿que no nos dejas hacer teatro? Pues lo haremos. Con más ganas, con más fuerza, con más espíritu". Y el resultado fue altamente satisfactorio. Un elenco diverso en su naturaleza y en su desempeño actoral. Bien plantado sobre las tablas, asumiendo riesgos y desvelando su naturaleza íntima al respetable. Otro curso que acaba con nota en la Escuela Municipal de Teatro, que ya piensa en nuevos retos y nuevas barreras que atravesar.

Y es que por muy decadente que sea este Dessastrosus Circus, siempre cumplirá la función de desempeñar el fin más elevado al que puede aspirar un ser humano: obtener una sonrisa de felicidad. Objetivo conseguido. Gracias.