You live your life as if it's real
A thousand kisses deep...
El poeta del fuego sagrado se fue lentamente, desvaneciéndose, susurrando palabras, recitando poemas y dejándonos You want it darker, un disco lúgubre y mágico como testamento vital. No hacía falta que nos maravilláramos de su gloria pero Leonard Cohen quiso morir cantando y contando, llevándonos de nuevo al séptimo cielo de los trovadores de lo milagroso. El poeta del fuego sagrado mantiene su compromiso con la vida a través de versos y canciones.
Cohen entendió como pocos que en el crisol de estilos estaba la salvación de la poesía y la música. Todos recordamos aquel benéfico encuentro con ese español mendigo en Montreal que le enseñó cuatro acordes y le contó historias del flamenco viejo y de Lorca. Ahí cambió la vida de Leonard Cohen. Ahí se magnificó su figura. Entramos en una nueva dimensión. Años más tarde, los flamencos conocieron al genio canadiense. Una noche, un amigo suyo puso un disco de Cohen a Pepe Habichuela y Enrique Morente y los maestros quisieron conocerlo. La sinergia estaba lista. Y de esa noche al homenaje continuo del cante jondo, a las traducciones y traslaciones del cancionero de Cohen al universo flamenco, a Omega, pocos pasos fueron dados.
Un precioso recuerdo a un artista inconmensurable, un acercamiento para neófitos, una gozada para los ya iniciados. Flamencohen nos recordó cuánto le debemos a Leonard Cohen, ese protector del fuego sagrado, ese poeta que nunca pudo agradecerle a aquel vagabundo todo lo que le pudo enseñar en cuatro tardes.
Fotos: @berenjenacompany
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