Uno. En ocasiones solo es necesario un único individuo para hacer que las cosas cambien, que funcionen, que vayan por la buena senda. Cuando Rosa Parks se sentó en aquel asiento de autobús reservado para los blancos, no consiguió acabar con el racismo pero trazó el camino para conseguirlo. Cuando aquel alemán que se negó a hacer el saludo fascista en pleno auge del nazismo, supimos que había esperanza.
Hace falta solo el poder de uno para conseguir celebrar algunas hazañas. Y un logro absolutamente asombroso es hacer que las Humanidades calen en un sistema educativo como el español, que desprecia este conocimiento. Corrijo, son los gobernantes los que menosprecian disciplinas como la Historia, el Arte, la Filosofía, las lenguas clásicas, la Música o el Teatro. Por eso, es digno de encomio la labor de muchos docentes que no cejan en el empeño de inculcar el gusanillo de las artes escénicas entre el alumnado. Son muchos en el país que se dedican con denuedo a conseguirlo, pero en Chiclana contamos con don José Raya, profesor del CEIP José de la Vega y que lleva toda la vida dedicado a sus dos grandes pasiones: la educación/formación y el teatro.
Desde hace años, Pepe acaba los cursos no con una fiesta. Bueno, sí lo es, pero de otro tipo. Él (y su equipo, no lo olvidemos), prepara durante todo el año con los chavales una obra de teatro. La Historia local y regional ha sido uno de sus temas favoritos: los niños se lo pasan bien y aprenden. ¿Para qué más? Pero este año, último como docente (cuánto se le echará de menos), se ha desatado: ha preparado un musical... donde todo todo, lo hacen los alumnos. Cantan, bailan, interpretan, gozan...
A veces el poder de uno fructifica en una semilla que bien cuidada puede germinar en un milagro. La educación nos enseña el camino. Es nuestra responsabilidad como ciudadanos el seguirlo. Mientras tanto, agradezcamos a Pepe Raya (y muchos como él), los servicios prestados. Tienes que estar orgulloso de lo obtenido, amigo.
Fotos: @zuhmalheur
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